Si estás aquí, es porque una reseña negativa o, peor aún, una falsa, te está amargando la existencia en tu Perfil de Empresa de Google. No estás solo. La herramienta de reseñas de Google es fantástica, pero cuando alguien la usa mal, puede ser un dolor de cabeza real. Aquí te voy a mostrar la realidad de denunciar reseñas de Google , el paso a paso oficial y, sobre todo, las claves que hemos aprendido tras años "en el barro" para que Google realmente te escuche. ¿Cuándo es el momento de Denunciar una Reseña de Google? La primera y más importante lección es: no puedes denunciar una reseña solo porque sea negativa. Si el comentario es de un cliente real, aunque diga que tu servicio es malo, Google lo considera una opinión válida (y lo dejará). El juego cambia cuando la reseña incumple sus estrictas políticas. Tipos de reseñas que Google considera "inadecuadas" (Según su política) Google no borra opiniones, borra incumplimientos de normas . Tienes una base sólid...
Vaya ejemplos más pijos xD xD
ResponderEliminarA estos les venía mejor ponerlos a hacer algo de provecho más que advertirles sobre su privacidad en el "feisbuk"
Pues al principio te puedes tomar un poco a broma la actitud de los protagonistas, que como dice Jesús en el post son un poco caricatura, pero si te das una vuelta por el "feisbuk" que señala el anterior comentarista verás que hay mucho de eso y hasta peor.
ResponderEliminarY también estoy de acuerdo en que más les valía ponerse a trabajar y menos vomitonas en coches ajenos.
Buena iniciativa. De todos modos, la red pienso que es sólo un reflejo de cómo somos off line. El que es tonto, tambíen lo es en la red. Lo mismo para los indiscretos. Saludos.
ResponderEliminarJavier Regueira: efectivamente así es, algo que ni siquiera Google puede conseguir es hacer inteligente a un tonto.
ResponderEliminarTengo una teoría de este tema. La culpa la tiene el cristal.
ResponderEliminarSi, en esta ejemplo no hay cristal de por medio y por eso se ve más ridículo.
Cuando ponemos el cristal del coche entre los demas y nosotros nos comportamos de forma distorsionada. Cuando lo que ponemos delante de nosotros es la pantalla de cristal del ordenador igualmente distorsionamos el comportamiento.
Cuando lo que ponemos delante es la pantalla de cristal de la tele, es mas grave nos transformamos en silencio.
El cristal es el culpable.
Juan Antonio: eso debe ser, gracias por tu brillante comentario.
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