Un hombre de negocios millonario murió y fue al infierno. Cuando apenas se había sentado a meditar sobre su triste destino recibió una palmada en el hombro y oyó la voz de un tenaz vendedor que en la tierra le había acosado durante mucho tiempo.
Buenas tardes, señor -exclamó el vendedor-. Aquí estoy puntual a la cita.
¿Qué cita?
¡Cómo!, ¿no lo recuerda? Cada vez que entraba yo en su oficina allá abajo en la tierra, me decía usted que quería verme aquí.
Una cita en el infierno
Publicado por
Jesús Pérez Serna
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Respetamos los comentarios de Anónimos, pero se agradece la firma.
Se anularán los comentarios que:
1. No tengan algún tipo de relación con la temática de la nota.
2. Tenga insultos al autor de la nota o a otros comentaristas.
3. Sean de un troll o un hoygan
4. Hagan spam.