n la ciudad de Bagdag vivía el sabio Hakeem, a quien mucha gente acudía en demanda de su inspirado consejo, que él prodigaba con generosidad y sin pedir recompensa.
Ante Hakeem llegó un día un joven que había recibido poco en una compra a cambio de lo mucho que había gastado.
Ante Hakeem llegó un día un joven que había recibido poco en una compra a cambio de lo mucho que había gastado.
Dime buen sabio, ¿qué debo hacer para recibir lo justo a cambio de mi dinero?Y contestó Hakim:
Una cosa que se compra o se vende no tiene valor a menos que contenga aquello que no puede comprarse ni venderse. ¡Busca siempre el Ingrediente de Valor Inapreciable!Preguntó entonces el joven, sorprendido:
¿Y qué cosa es esa, cómo se busca y encuentra?Y tal fue la aclaración del sabio Hakim:
Hijo mío, el Ingrediente de Valor Inapreciable de todo producto que se ofrece en el mercado, es el Honor y la Integridad de quien lo fabrica y está en su nombre. ¡Fíjate bien en ese nombre para estar seguro de recibir lo justo a cambio de tu dinero!Foto: CavinB
Comentarios
Publicar un comentario
Respetamos los comentarios de Anónimos, pero se agradece la firma.
Se anularán los comentarios que:
1. No tengan algún tipo de relación con la temática de la nota.
2. Tenga insultos al autor de la nota o a otros comentaristas.
3. Sean de un troll o un hoygan
4. Hagan spam.